20 de diciembre de 2011
Se acabó. Me rindo.
7 de diciembre de 2011
let's find some beautiful place for get lost
Hoy he vuelto a ese lugar tan nuestro, a ver como nuestra ausencia había borrado las caricias y los besos que nos dimos, las cosas que dijimos y las que callamos, las lagrimas derramadas por un amargo adiós. Y todo ha cambiado. Absolutamente todo. Nada está como lo recordaba. La noche era más oscura, ninguna estrella en el cielo, una luna diminuta presidia el cielo, y nubes que amenazaban con llover. Y esperaba que lloviera, que se llevara todos esos recuerdos que tenía contigo, y así lo hizo. Llovía tan fuerte que mis pensamientos se ahogaban tan rápido como nacían. Y no me importaba, sonreía mientras las personas que estaban a mí alrededor corrían a resguardarse. Mí sonrisa era tan notable que los que pasaban a mi lado susurraban que debía estar loca, y tampoco me importaba. Nada me importaba en ese momento. Tenía la mente totalmente en blanco. No necesitaba nada más. Salvo una cosa, que ese viejo amigo estuviera allí para tenderme un abrigo cuando decidiera que era hora de marcharnos.
Y allí estaba, para buscar un precioso lugar en donde perdernos.
5 de noviembre de 2011
Por nuestra foto colgada en la pared.
Por mucho que intento recordar, no puedo. Recordar las tardes de verano en las que nos tumbamos en la playa a no hacer nada. Recodar los domingos de invierno sentados en tu sofá, tapados con una manta viendo la película más romanticona que podíamos encontrar en el videoclub. Recordar todas las veces que terminábamos en el hospital por algún hueso roto de uno de los dos… Saltos de trampolín, carreras de atletismo, canastas, actuaciones, excursiones, risas, domingos de paella, llantos, peleas, paseos, besos, caricias, saltos al mar, viajes, silencios, sonrisas, dudas… A lo mejor es que es mejor no recordarlo. Dejar todos esos recuerdos en lo más alejado, rebuscado y perdido de mi cabeza.
30 de octubre de 2011
Siempre se termina.
22 de octubre de 2011
27 de septiembre de 2011
Una y otra Vez
No queda nadie.
Aquel día, posiblemente, cambio mi vida. Me di cuenta de que quería. Nunca me había parado a pensar que era lo que realmente quería. Me limitaba a dar lo que los demás querían, lo que me pedían, jamás se me pasó preguntarme ¿qué quiero? ¿Para qué me lo iba a preguntar? No me iba a solucionar nada de mi vida, esta seguiría igual que antes, porque lo que quería me parecía imposible, raro, estúpido, tal vez.
Sin saber cómo, ahí estabas, después de haber sido una estúpida, estabas esperándome, con la más sincera y noble de tus sonrisas. Esa que me hace sonreír muchas veces cuando la recuerdo. Estabas, y no pediste explicaciones. Aceptaste lo que se me venía encima, porque ese verano yo había pensado en mi, solo en mi. Y posiblemente fue esto lo que cambio mi vida. Yo me iba, tú te quedabas. Podías haberme dicho que estaba loca, o que me quedara. Pero no lo hiciste, y la verdad, me alegro que no lo hicieras, porque, como ya te dije una vez, me hubiese quedado.
Sin saber cómo, empezamos a despegarnos, por mucho que intentáramos estar bien, siempre algo nos hacia cambiar de opinión, posiblemente me equivoque involucrándote en mi vida. La culpa va tejiendo su red. Estábamos en planetas diferentes, solos. Tus manos vacías, mis palabras ausentes, escucharnos sin hacernos caso, sin entendernos… Al final te perdía, al igual que me perdía yo. Entre tantas mentiras me perdía. Me asustaba, pero no quería abandonar. No suelo equivocarme en todo. Pero seguíamos en planetas diferentes, solos. Inventaba huidas, me obligaba a pensar que estábamos bien y al pensar, te volvía a entender, pero al final se perdía todo, y yo me perdía todavía más.
Y así hemos quedado, como dos extraños que jamás se conocieron. Que jamás se quisieron. Que jamás volverán a verse las caras, porque nunca se las vieron de verdad. Porque nos desviamos del rumbo. O a lo mejor, nuestras vidas no estaban en el mismo camino.
Alguien me dijo una vez: Quienes nacieron para estar juntos, después de todo, encontraran la manera.
Ya veremos que depara el futuro.
Mientras tanto, seguiré con mi vida.
14 de septiembre de 2011
11 de septiembre de 2011
5 de agosto de 2011
Con todo el corazón
17 de julio de 2011
5 de julio de 2011
1 de julio de 2011
I love your smile
28 de junio de 2011
25 de junio de 2011
16 de junio de 2011
Flashback...
12 de junio de 2011
4 de junio de 2011
Don't stop Believe
Por la noche te echabas en la cama, cerrabas los ojos y te abandonabas a tu fe. Santa Claus, el ratoncito Pérez, el príncipe azul, estaban tan cerca que los saboreabas, pero vas creciendo y un día abres los ojos y los cuentos de hadas han volado. La mayoría de la gente acude a aquellos en quienes confían. La cuestión es: ¿por qué creemos en los cuentos de hadas? .Cuando el día llega a su fin, la fe es un misterio, aparece cuando menos te lo esperas, es como si un día te dieras cuenta de que los cuentos no son exactamente como habías soñado:
30 de mayo de 2011
21 de mayo de 2011
Porque a veces, somos incapaces de verlo...
No todo es lo que parece. Puede parecerte que somos amigos. Puede parecerte que no me preocupo por ti, y que no pienso en ti. Puede parecerte que no me paso horas, sentada frente al ordenador esperando que me hables. Pueden pasarte por la cabeza infinidad de cosas. Pero ninguna será cierta. Porque yo me paso horas esperando un Hola. Porque me paso el día preguntándome que estarás haciendo, si piensas en mi como yo en ti. Porque no solo somos amigos, lo pienso a todas horas. Porque, con un simple hola, se me pone el corazón a 1000 km/h. Sé que vivimos a miles de kilómetros. Pero, ¿y qué? No quiero escusas. Hoy por hoy, siento que quiero una vida contigo, sin prisas, sin pausas. Porque yo puedo hablar con cientos de personas en un día, pero ninguna de ellas se puede comparar con la sonrisa que me sacas en un minuto con ese HOLA.
16 de mayo de 2011
5 de mayo de 2011
Decepciones constantes…
Porque, sinceramente, tengo la sensación de que soy su paño de lagrimas. Y la amistad no se basa en eso. Se basa en ser las dos personas dos pañuelos, dos paracaídas, dos camas elásticas, dos payasos, dos personas. No solamente una… Hace falta no ser tan egoísta para darse cuenta. De vez en cuando, me gustaría que alguien pensara en mí como yo pienso en vosotrxs. Cansa ser un psicólogo no remunerado…
Una vez dijimos para siempre...
Pero yo hoy no lo tengo tan claro
1 de mayo de 2011
El corazón siempre te hará volver.
-Hola, eh… Soy yo
-Ah, eres tú. Había borrado tu número de teléfono. ¿Pasa algo?
-Estaba pensando en ti y te he llamado.
-Son las 3 de la mañana… No puedes llamarme a las 3 de la mañana y decirme que pensabas en mí, sobre todo cuando fuiste tú la que saliste corriendo cuando te dije que te quería…
-Lo sé… Pero estoy borracha, sola y no sabía qué hacer.Cogí el teléfono y casi sin quererlo marqué tu número inconscientemente...Pensé que tú también estarías pensando en mí.
-Hace tiempo que intento no hacerlo… ¿Por qué no te metes en la cama? Mañana te arrepentirás de haberme llamado. Yo haré como que no ha pasado. Te lo prometo.
-¡No! No quiero meterme en la cama y hacer como si todo estuviera bien. Porque no lo está. Estoy muriendo por dentro. No sé cómo, pero algo de ti se ha quedado dentro de mí y está haciéndome daño, es como una pequeña espina, que cuanto más tiempo pasa, más se me clava… La herida se hace cada minuto más honda, profunda y no para de sangrar. Me desangro desde que huí. Era una cría. Una niña pequeña que no sabía lo que quería y le daba miedo lo que sentía. Por mi cama han pasado demasiadas personas para darme cuenta de que esa herida, que no para de sangrar, me la he hecho yo sola, intentando olvidarte, intentando olvidar que lo que tenía que haber dicho no era un Adiós, sino un Te Quiero. Porque TE QUIERO. Lo gritaría a los cuatro vientos, a los siete mares, a todo el mundo. TE QUIERO. Y no te quiero un poquito, te quiero demasiado, tanto que hace daño. Y sé que tú me quieres o que me quisiste. Quiero recuperar el tiempo perdido contigo. Yo quiero ir de picnic, dormir cuando salga el sol, comer chocolate, pizzas, cruasanes, bailar, mirarte y que me mires, empujarte cuando ocupas todo el sitio en el sofá, ir de compras, lavarme los dientes al mismo tiempo que tú, cotillear lo que lees por encima de tu hombro, hacer el tonto, presentarte a mis amigas, quitarte la manta, cocinar, despertarte, ducharme contigo, ir al mercadillo, cantarte canciones, que me cantes tus canciones, discutir, disfrazarme, mirar a la gente, hacer el amor, estar de morros, reír, buscar una casa con vistas, ver pelis, ir descalza por la playa agarrados de la mano, montar en bicicleta, ver la tele, cantar bajo la lluvia, besarte bajo la lluvia, darte la mano, preguntarte si todavía me quieres, pegar fotos, vivir, volver a empezar de cero…
-Estás borracha, no sabes lo que dices. Si realmente sintieras todo esto estarías aquí, diciéndomelo cara a cara, y no metida entre tus sabanas con una botella de whisky como somnífero. Además, escucho ruido, seguro que no estás en tu casa, sino en algún bar de fiesta y todo esto es una broma de las tuyas, o las de tus amigas. No me hace gracia. Te voy a colgar.
-Sabes, no dirías todo eso si realmente supieras donde estoy. Porque no estoy borracha, ni estoy en mi casa ni de fiesta.
-¿A no? ¿Y dónde estás?
-Debajo de tu ventana, mojándome, no ha parado de llover desde que has cogido el teléfono. Pero no me importa si así me escuchas. Te Quiero. Y estoy aquí. Diciéndotelo a la cara si bajaras a hablar conmigo...Ei. Hola.
-No te muevas.
-Gracias por bajar.
-Dime todo lo que quieras, ahora, que estoy frente a ti.
-He sido estúpida. Te quiero en mi vida. No quiero que mi miedo nos frene. Quiero dormir abrazados y lo que es peor, vestidos. Quiero que lo primero que vea al levantarme sea tu cara, sonriente. Quiero una vida contigo. Sin pausas. Sin prisas. Quiero hacer mil y una cosas. Pero todas contigo. Te prometo que guardaré mi miedo en otro lugar. Te lo juro. Quiero que estés junto a mí. Te Quiero.
-No te acerques.
-Pero… Yo… Yo te quiero…
-No te acerques. Porque como des un paso más pienso agarrarte y no volver a soltarte nunca más. Porque pienso hacer todas esas cosas que me acabas de decir… Porque yo también quiero recuperar el tiempo perdido. Yo quiero ir de picnic, dormir cuando salga el sol, comer chocolate, pizzas, cruasanes, bailar, mirarte y que me mires, empujarte cuando ocupas todo el sitio en el sofá, ir de compras, lavarme los dientes al mismo tiempo que tú, cotillear lo que lees por encima del hombro, hacer el tonto, presentarte a mis amigos, quitarte la manta, cocinar, despertarte, ducharme contigo, ir al mercadillo, cantarte canciones, que me cantes tus canciones, discutir, disfrazarme, mirar a la gente, hacer el amor, estar de morros, reír, buscar una casa con vistas, ver pelis, ir descalzo por la playa agarrados de la mano, montar en bicicleta, ver la tele, cantar bajo la lluvia, besarte bajo la lluvia, darte la mano, preguntarte si todavía me quieres, pegar fotos, vivir, volver a empezar de cero… Porque Te Quiero. Y eso nunca cambiará.
27 de abril de 2011
¿Volverás alguna vez?
-Nunca has visto llorar, ¿verdad?
-No, y espero no hacerlo nunca.-Respondiste con tu voz grave, serio.
Pero lo hice. Una gota de agua salada acababa de brotar de mi ojo y recorría rápidamente mi cara. Varias más la siguieron y tú, confuso, trataste de borrarlas con tus pulgares y tus besos.
-¿Por qué lloras?- Me preguntaste, acongojado.
-Porque te amo- Siempre odiaré lo desesperada que sonaba.
-No lo entiendo, yo también, ¿entonces por qué llorar?
No sabía cómo decírtelo. Decirte que tú eras el único chico en el mundo que me podría hacerme sentir feliz y triste al mismo tiempo, decirte lo perdida que me sentía cuando no estabas, los celos que sentía cuando tu hablabas de alguien, podría herir a alguien con esa rabia que contenía. Decirte que estaba enamorada de ti y del amor que compartíamos. Lo feliz que era cuando tú apareciste en mi vida y la cambiaste para siempre, a pesar de que alguna vez pasamos por algún momento de mierda. Decirte que cuando me hablabas se estremecía mi cuerpo. Como, cuando me besabas, me olvidaba de respirar. A veces, me sentía como una niña cuando me ponías el pelo por detrás de las orejas, aunque me gusta cómo me quedaba el pelo así . No sabía cómo decirte que no entendía por qué tú me amabas. Por lo que simplemente respondí:
-Te amo.
Y ahora me arrepiento de lo que pasó. De cómo terminó todo. De haber sido una estúpida dejando que "gente" hablara contigo de algo que nunca pasó. De no haber querido solucionarlo nunca. Me duelen todos los días las últimas palabras que me dijiste. Y más me duele saber que quieras olvidar momentos tan mágicos como este, haciendo como que no existo cuando me ves por la calle, porque vives en una pequeña ciudad, aunque yo ahora esté lejos, cada vez que vuelvo, nos vemos aunque no queramos. Porque una vez nos quisimos. Una vez sentí que tú eras lo más grande que había en mi vida. Y posiblemente, si nada de esto hubiese pasado, seguirías siéndolo.
Siempre tendrás una parte reservada de mi corazón por si, alguna vez, quieres volver.
24 de abril de 2011
18 de abril de 2011
Recuerdos...
Todo se acaba en un momento determinado. Aunque no nos demos cuenta
Siempre va a ver un final.
Sé que no puedo seguir así, Ya sé que no volverás...Y sé que no te dejaré volver.
Pero existe algo dentro de mí. Algo de ti,
Que aunque no quiera, va a seguir junto a mí,
Siempre.
Porque ahora todo son recuerdos…
Vagos recuerdos que quedan en mi memoria... Que posiblemente estén distorsionados
Porque la memoria es traicionera, recuerdas lo que realmente quieres recordar, fragmentos de lo que realmente sucedió.
Y un día, sin darme cuenta, no habrán recuerdos.
Los habré borrado para almacenar otros
Más o menos felices
Pero ya no habrá nada de ti en mí.