20 de diciembre de 2011

Se acabó. Me rindo.

Se acabó el juego. Me rindo. Ganaste. Es lo que siempre quisiste, que las cosas fueran como tú querías. Pero yo no puedo seguir así. Autodestruyéndome. Me cansé de este juego. De un juego en el que parecía que tenías todas las de ganar. Aunque, hubo una vez, que tú te cansaste, que todo acabó. Parecía que los dos habíamos dejado de jugar. Que volvíamos a ser amigos, aunque no nos habláramos, pero sabíamos que estaríamos ahí si el otro necesitaba ayuda o por lo menos, ninguno se hacía daño. Y de repente, todo cambió. Vuelves a jugar, con ganas, y yo no me doy cuenta de lo que haces hasta que ya es tarde. Hasta que he vuelvo a caer, cual estúpida. Una y otra vez caigo. Y ya no hay nadie que me sujete. Siempre quisiste ganar, que las cosas fueran como tú querías. Pero se acabó. Ganaste a tu manera, porque yo me rindo. No quiero saber nada del juego, ni de ti, ni de nada que te rodee. Porque yo ya me he cansado, no pienso volver a hacerlo. A seguir corriendo tras de ti cuando me llamas, o a esperar sentada horas y horas un mensaje. Se murió. Voy a ser fuerte y voy a abandonar lo que una vez me hizo sonreír. A renunciar ha la única vez que he sido feliz de verdad. A renunciar lo que me hace sonreír todos los días, cuando recuerdo tu olor, o cuando veo un reflejo que me recuerda a tu pelo. Porque no hay persona, ni la habrá, que me haga la mitad de feliz que me lo hiciste tú a mí. Porque eres la primera persona en la que pienso cuando me despierto, me pregunto cómo estarás, que habrá sido de ti, me paso el día pensando en ti, por cualquier cosa que veo, pienso en ti y por la noche, cuando estoy cansada y estoy quedándome dormida, eres tú el que aparece en mi mente y el que permanece conmigo en mis sueños. Esta vez, lo siento, pero pienso rendirme en este juego. Felicidades, has ganado, pero ya me perdiste para siempre. No hagas nada por saber de mí, no me busques, no me llames… Nada. Quédate con la satisfacción de haber ganado. Se acabó el juego. Me rindo. Ganaste. Es lo que siempre quisiste, que las cosas fueran como tú querías. Pero yo no puedo seguir así. Autodestruyéndome. Me cansé de este juego. De un juego en el que parecía que tenías todas las de ganar. Aunque, hubo una vez, que tú te cansaste, que todo acabó. Parecía que los dos habíamos dejado de jugar. Que volvíamos a ser amigos, aunque no nos habláramos, pero sabíamos que estaríamos ahí si el otro necesitaba ayuda o por lo menos, ninguno se hacía daño. Y de repente, todo cambió. Vuelves a jugar, con ganas, y yo no me doy cuenta de lo que haces hasta que ya es tarde. Hasta que he vuelvo a caer, cual estúpida. Una y otra vez caigo. Y ya no hay nadie que me sujete. Siempre quisiste ganar, que las cosas fueran como tú querías. Pero se acabó. Ganaste a tu manera, porque yo me rindo. No quiero saber nada del juego, ni de ti, ni de nada que te rodee. Porque yo ya me he cansado, no pienso volver a hacerlo. A seguir corriendo tras de ti cuando me llamas, o a esperar sentada horas y horas un mensaje. Se murió. Voy a ser fuerte y voy a abandonar lo que una vez me hizo sonreír. A renunciar ha la única vez que he sido feliz de verdad. A renunciar lo que me hace sonreír todos los días, cuando recuerdo tu olor, o cuando veo un reflejo que me recuerda a tu pelo. Porque no hay persona, ni la habrá, que me haga la mitad de feliz que me lo hiciste tú a mí. Porque eres la primera persona en la que pienso cuando me despierto, me pregunto cómo estarás, que habrá sido de ti, me paso el día pensando en ti, por cualquier cosa que veo, pienso en ti y por la noche, cuando estoy cansada y estoy quedándome dormida, eres tú el que aparece en mi mente y el que permanece conmigo en mis sueños. Esta vez, lo siento, pero pienso rendirme en este juego. Felicidades, has ganado, pero ya me perdiste para siempre. No hagas nada por saber de mí, no me busques, no me llames… Nada. Quédate con la satisfacción de haber ganado. Y deja que yo, te olvide.

7 de diciembre de 2011

let's find some beautiful place for get lost

Hoy he vuelto a ese lugar tan nuestro, a ver como nuestra ausencia había borrado las caricias y los besos que nos dimos, las cosas que dijimos y las que callamos, las lagrimas derramadas por un amargo adiós. Y todo ha cambiado. Absolutamente todo. Nada está como lo recordaba. La noche era más oscura, ninguna estrella en el cielo, una luna diminuta presidia el cielo, y nubes que amenazaban con llover. Y esperaba que lloviera, que se llevara todos esos recuerdos que tenía contigo, y así lo hizo. Llovía tan fuerte que mis pensamientos se ahogaban tan rápido como nacían. Y no me importaba, sonreía mientras las personas que estaban a mí alrededor corrían a resguardarse. Mí sonrisa era tan notable que los que pasaban a mi lado susurraban que debía estar loca, y tampoco me importaba. Nada me importaba en ese momento. Tenía la mente totalmente en blanco. No necesitaba nada más. Salvo una cosa, que ese viejo amigo estuviera allí para tenderme un abrigo cuando decidiera que era hora de marcharnos.

Y allí estaba, para buscar un precioso lugar en donde perdernos.


5 de noviembre de 2011

Por nuestra foto colgada en la pared.


Hoy me he dado cuenta de que tu foto ya no está. La foto que colgué en la pared hace 4 años de nosotros no está. Me he quedado mirando fijamente la pared, y he visto el borde de la foto, más claro donde debía estar. Me he parado a pensar, ¿dónde está esa foto? ¿La quité? ¿La tiré? No tengo respuestas, porque no me acuerdo. Como tampoco me acuerdo que fue lo que me llamó la atención en ti. Ni recuerdo que película fue la primera que vimos, ni en qué año te conocí de verdad. No lo recuerdo. Sé que nuestra fotografía estaba ahí, pero me cuesta recordar tu cara. Tus ojos, no recuerdo si eran marrones o verdes, si tus dientes estaban perfectamente colocados o si tenías algún diente roto, tu voz. No lo recuerdo. Nada, absolutamente nada de lo que vivimos. Sólo me acuerdo de cuando éramos pequeños, cuando yo quería ser como tú, cuando me empeñaba en hacer todo lo que tú hacías. Mi guía. Y de tus manos. Las manos que siempre eran cálidas cuando me abrazabas, fuertes siempre que necesitaba que me sujetaras, suaves al acariciarme…

Por mucho que intento recordar, no puedo. Recordar las tardes de verano en las que nos tumbamos en la playa a no hacer nada. Recodar los domingos de invierno sentados en tu sofá, tapados con una manta viendo la película más romanticona que podíamos encontrar en el videoclub. Recordar todas las veces que terminábamos en el hospital por algún hueso roto de uno de los dos… Saltos de trampolín, carreras de atletismo, canastas, actuaciones, excursiones, risas, domingos de paella, llantos, peleas, paseos, besos, caricias, saltos al mar, viajes, silencios, sonrisas, dudas… A lo mejor es que es mejor no recordarlo. Dejar todos esos recuerdos en lo más alejado, rebuscado y perdido de mi cabeza.


30 de octubre de 2011

Siempre se termina.


Aprendí que los amores "eternos" pueden terminar en una noche, que grandes amigos pueden volverse grandes desconocidos. Que nunca conocemos a una persona de verdad, que todavía no se ha inventado nada mejor que el abrazo de ese gran amigo
Que el "nunca más" nunca se cumple y que el "para siempre", siempre termina.

22 de octubre de 2011

Intenta contener las lagrimas cuando veo que tu lo estas haciendo. Pero no puedo. Se me escapan algunas lagrimas al abrazarte y sentir como tu intentas que las lagrimas no broten de tus ojos. No quiero soltarte, pues siento que te estás haciendo pedazos por dentro. Pero te sueltas, e intentas sonreírme, y te vas. Te vas porque tu orgullo no te deja llorar delante de nosotros. Sé que nos necesitas, a tus amigos, a los que ahora estamos aquí, así que te cojo la mano mientras caminas y la aprieto lo más fuerte que puedo. Es mi forma de decirte "Ei, estamos aquí, estoy aquí, no necesitas marcharte". Me sonríes y me vuelves a abrazar.

No dices nada, pero no hace falta. Ninguno dice nada porque el silencio es la mejor opción en este momento. Viene más gente a abrazarte y te suelto, pero no me alejo, por si me necesitas. Y vuelves a los cinco minutos, todavía asombrado de que esté aquí. De que no me haya marchado. Y no lo haré, sólo si tu me lo pides me marcharé. Pero no lo haces y vuelvo a abrazarte y siento como te relajas. Como tu respiración es más pausada y tu sonrisa empieza a florecer otra vez. Esa preciosa sonrisa que tienes.
Pero sé que sigues mal, pues tus ojos siguen acuosos, sin brillo, cansados. Sólo espero que esto pase lo más rápido posible, que tus ojos vuelvan a ser igual de brillantes y verdes, como cuando todo estaba bien. Que tu sonrisa me haga otra vez sonreír a mi.

27 de septiembre de 2011

Una y otra Vez

Es duro pensar que alguien no se acuerda de ti cuando, posiblemente tus primeros recuerdos, esos que a veces afloran en nuestra memoria, son con ella, o de ella. Pero más duro es ver que, personas que un día la amaron, o la quisieron ahora la ignoran y alejan por ello. Pero todavía duele más que esa persona que no se acuerda de ti sea tu abuela, y esas personas que ahora no pueden o no quieren estar con ella sean también tu familia.

Porque no sabes qué hacer cuando pregunta por su madre, o por su hermana, ya muertas. O simplemente te dan ganas de partirle la cara la cara al gilipollas que la trata mal por no acordarse de nada, que la hiere. Nadie quiere darse cuenta que no es algo que ella haya elegido, que no es su culpa. Que es el maldito Alzheimer el que borra sus más preciosos recuerdos, su memoria. O no quieren darse cuenta. Yo, ya no sé que creer, pues es mi familia, ya sea cercana o lejana. Siguen siendo también sus hijos, sus nietos...

Sólo me hago una pregunta: ¿Por qué ella? Y por mucho que busque la respuesta, no la encuentro. Por mucho que grite y que la repita no encuentro una explicación. Ni ninguna solución

Aunque, hay veces, que me hace sonreír, porque, al pasar a su lado me dice: Irina, ¿cuándo llegaste? No sabía que estabas en casa, te echaba de menos. Y no me queda otra que decirle: Yo a ti también abuela, yo a ti también, que bien que estemos las dos en casa. Porque sé, que en esos escasos minutos, vuelve a ser mi abuela. La que me arropaba por las noches, la que me contaba que sin mi ella no podía haber vencido su problema del corazón, la que me enseñó a caminar y sobre todo, a decir: Nunca se dice que no se puede, sino que se intenta una y otra vez, hasta que lo consigues.

Y así pienso vivir mi vida, consiguiendo todo lo que me proponga.
Por ella.
Porque vuelva esos pocos minutos que me quedan con ella.

No queda nadie.

Aquel día, posiblemente, cambio mi vida. Me di cuenta de que quería. Nunca me había parado a pensar que era lo que realmente quería. Me limitaba a dar lo que los demás querían, lo que me pedían, jamás se me pasó preguntarme ¿qué quiero? ¿Para qué me lo iba a preguntar? No me iba a solucionar nada de mi vida, esta seguiría igual que antes, porque lo que quería me parecía imposible, raro, estúpido, tal vez.

Sin saber cómo, ahí estabas, después de haber sido una estúpida, estabas esperándome, con la más sincera y noble de tus sonrisas. Esa que me hace sonreír muchas veces cuando la recuerdo. Estabas, y no pediste explicaciones. Aceptaste lo que se me venía encima, porque ese verano yo había pensado en mi, solo en mi. Y posiblemente fue esto lo que cambio mi vida. Yo me iba, tú te quedabas. Podías haberme dicho que estaba loca, o que me quedara. Pero no lo hiciste, y la verdad, me alegro que no lo hicieras, porque, como ya te dije una vez, me hubiese quedado.

Sin saber cómo, empezamos a despegarnos, por mucho que intentáramos estar bien, siempre algo nos hacia cambiar de opinión, posiblemente me equivoque involucrándote en mi vida. La culpa va tejiendo su red. Estábamos en planetas diferentes, solos. Tus manos vacías, mis palabras ausentes, escucharnos sin hacernos caso, sin entendernos… Al final te perdía, al igual que me perdía yo. Entre tantas mentiras me perdía. Me asustaba, pero no quería abandonar. No suelo equivocarme en todo. Pero seguíamos en planetas diferentes, solos. Inventaba huidas, me obligaba a pensar que estábamos bien y al pensar, te volvía a entender, pero al final se perdía todo, y yo me perdía todavía más.

Y así hemos quedado, como dos extraños que jamás se conocieron. Que jamás se quisieron. Que jamás volverán a verse las caras, porque nunca se las vieron de verdad. Porque nos desviamos del rumbo. O a lo mejor, nuestras vidas no estaban en el mismo camino.

Alguien me dijo una vez: Quienes nacieron para estar juntos, después de todo, encontraran la manera.

Ya veremos que depara el futuro.

Mientras tanto, seguiré con mi vida.


14 de septiembre de 2011

Tengo la manía de hacerlo todo de golpe. De pensar en el momento, de olvidarme de lo que viene después. El vicio de gesticular mucho cuando hablo y el de no confiar fácilmente. El de decir lo que pienso sin reparo alguno. El vicio de no parar hasta caerme, o hasta que consigan pararme. El de cantar en la ducha la canción más penosa del mundo. También tengo el vicio de equivocarme, de cometer errores que son difíciles de reparar. O el vicio de sacar el lado bueno de todo y sí, sé que un optimista es un pesimista mal informado, pero a veces es mejor dejar que algunas cosas ‘pasen por alto’, y dejarse llevar. Lo siento, he dicho que tengo vicios, no problemas. Ahora piensa lo que quieras.


11 de septiembre de 2011


Querer hablarte
Pero no saber que decir.

5 de agosto de 2011

Con todo el corazón

Pide un deseo y guárdalo en tu corazón.
Cualquier cosa que desees, todo lo que desees.
¿Ya lo has hecho? Bien.
Confía en que se hará realidad, nunca sabes de donde llegará el próximo milagro, la próxima sonrisa, el próximo deseo cumplido. Pero si crees que está a la vuelta de la esquina y abres tu corazón y tu mente a esa posibilidad, a esa certeza, podrás conseguir aquello que desees.
El mundo está lleno de magia, sólo hay que creer en ella.
Así que pide tu deseo. ¿Lo has hecho? Bien..
Ahora cree en él. Con todo el corazón


Feliz Cumpleaños Anita

20 de julio de 2011

En silencio y sin cruzar una palabra...solamente una mirada es suficiente para hablar...

17 de julio de 2011

Volver al lugar de tu infancia,
y ver como el tiempo y tu ausencia,
arrasan con las cosas que formaban parte de ti.

1 de julio de 2011

I love your smile

Los recuerdos siempre están en nuestra memoria
y los buenos son los que se retienen,
aunque parezca que son los primeros que se olvidan,
y digan que los malos siempre estan ahí,
te digo yo que no,
los malos, terminan olvidandose, cuesta más, sí
pero los buenos,
los que realmente merecen la pena
se quedan
se quedan grabados a fuego en nuestra piel
y cuando menos te lo esperas
reflotan a la superficie
y te sacan una sonrisa

Y esa sonrisa
es la mejor de todas
la de felicidad plena
Y no hay nada que cambie eso

Pero llegara un momento en el que te has olvidado de él,
Y habra otro chico que te quite el sueño
Con el que eres feliz y él es feliz contigo
Y no te importará nada más que verlo sonreir
y él se preocupara por verte sonreír a ti

28 de junio de 2011

Seamos Realistas
Pidamos lo Imposible.

25 de junio de 2011

Come Back




Come Back To Me

16 de junio de 2011


Éramos temerarios, éramos arrogantes, éramos orgullosos, éramos alocados, éramos insolentes,éramos jóvenes...
Pero teníamos razón

Flashback...


Lo que necesito es el diente de león en primavera,
el brillante color amarillo que significa renacimiento y no destrucción.
La promesa de que la vida puede continuar,
por dolorosas que sean nuestras pérdidas,
que puede volver a ser buena.

Y sólo hay una persona que puede dármelo.

Así que, después, cuando me susurra:

-Me amas. ¿Real o no?

Yo respondo

-Real

12 de junio de 2011

4 de junio de 2011

Don't stop Believe

¿Recuerdas cuando eras pequeña y creías en los cuentos de hadas? Fantaseabas como seria tu vida con un vestido blanco y tu príncipe azul llevándote a su castillo sobre las colinas.

Por la noche te echabas en la cama, cerrabas los ojos y te abandonabas a tu fe. Santa Claus, el ratoncito Pérez, el príncipe azul, estaban tan cerca que los saboreabas, pero vas creciendo y un día abres los ojos y los cuentos de hadas han volado. La mayoría de la gente acude a aquellos en quienes confían. La cuestión es: ¿por qué creemos en los cuentos de hadas? .Cuando el día llega a su fin, la fe es un misterio, aparece cuando menos te lo esperas, es como si un día te dieras cuenta de que los cuentos no son exactamente como habías soñado:


El castillo puede que no sea un castillo. No es tan importante eso de ser felices para siempre, basta con ser felices en el momento. A veces, muy de vez en cuando, la gente puede darte una grata sorpresa…de vez en cuando la gente te deja sin respiración.

21 de mayo de 2011

Porque a veces, somos incapaces de verlo...


No todo es lo que parece. Puede parecerte que somos amigos. Puede parecerte que no me preocupo por ti, y que no pienso en ti. Puede parecerte que no me paso horas, sentada frente al ordenador esperando que me hables. Pueden pasarte por la cabeza infinidad de cosas. Pero ninguna será cierta. Porque yo me paso horas esperando un Hola. Porque me paso el día preguntándome que estarás haciendo, si piensas en mi como yo en ti. Porque no solo somos amigos, lo pienso a todas horas. Porque, con un simple hola, se me pone el corazón a 1000 km/h. Sé que vivimos a miles de kilómetros. Pero, ¿y qué? No quiero escusas. Hoy por hoy, siento que quiero una vida contigo, sin prisas, sin pausas. Porque yo puedo hablar con cientos de personas en un día, pero ninguna de ellas se puede comparar con la sonrisa que me sacas en un minuto con ese HOLA.

16 de mayo de 2011

Y a pesar de todo
Hoy me siento tan bien...

15 de mayo de 2011

Por todos esos momentos que ya nunca compartiremos.
Aunque quiera.

5 de mayo de 2011

Decepciones constantes…

Todos los días, a todas horas, personas en todo el mundo sufren decepciones de las personas que más quieren. Algunas no son grandes, y se arreglan rápidamente. Pero otras no, como esta. O estas. Porque hoy se junta todo. Hoy no es un día normal. Hoy, posiblemente, todo se junta, se forma una pelota tan grande que no sabes por dónde salir y lo único que te consuela es gritar. Gritar y dejarte la voz en esos gritos que no vas a conseguir acallar por mucho que te metas en el mar. Gritos que no sirven para nada porque esas personas seguirán haciendo lo mismo, porque siempre lo han hecho, pero no te querías dar cuenta. Esperabas un cambio que nunca llega. Pero tú, crédula, sigues esperándolo. Y seguirás esperándolo hasta que te canses de verdad, hasta que le grites a esa persona lo que realmente pasa. Pero ese día será tarde. Porque, por mucho que la otra persona lo quiera arreglar, tu no vas a querer, vas a querer que esa persona desaparezca de tu vida. No saber absolutamente nada de ella. Igual que llevas haciendo todos esos meses que has estado fuera y no se ha dignado a llamarte para preguntarte si estás bien después de que tu novio te dejara, o si estás bien en esa nueva cuidad en la que nunca has estado y todo es nuevo, o si te lo pasas bien, o simplemente decir “Te echaba de menos”. O sufres una decepción de una persona a la que estimas y aprecias, y de golpe, lleva todo el tiempo que la conoces en una absoluta mentira que ha explotado de la forma más estúpida. Y no sabes que hacer, porque vives con ella. Y no sólo la estimas, sino que la quieres. Porque pensabas que era una buena persona. Pero ahora ya no sabes que pensar. No sabes si solo te ha mentido con esto o no. No sabes que creer. Si creer a tu instinto que te dice “Sal de ahí y no mires hacia atrás”.

Porque, sinceramente, tengo la sensación de que soy su paño de lagrimas. Y la amistad no se basa en eso. Se basa en ser las dos personas dos pañuelos, dos paracaídas, dos camas elásticas, dos payasos, dos personas. No solamente una… Hace falta no ser tan egoísta para darse cuenta. De vez en cuando, me gustaría que alguien pensara en mí como yo pienso en vosotrxs. Cansa ser un psicólogo no remunerado…


Una vez dijimos para siempre...

Pero yo hoy no lo tengo tan claro

1 de mayo de 2011

El corazón siempre te hará volver.

-¿Quién es?

-Hola, eh… Soy yo

-Ah, eres tú. Había borrado tu número de teléfono. ¿Pasa algo?

-Estaba pensando en ti y te he llamado.

-Son las 3 de la mañana… No puedes llamarme a las 3 de la mañana y decirme que pensabas en mí, sobre todo cuando fuiste tú la que saliste corriendo cuando te dije que te quería…

-Lo sé… Pero estoy borracha, sola y no sabía qué hacer.Cogí el teléfono y casi sin quererlo marqué tu número inconscientemente...Pensé que tú también estarías pensando en mí.

-Hace tiempo que intento no hacerlo… ¿Por qué no te metes en la cama? Mañana te arrepentirás de haberme llamado. Yo haré como que no ha pasado. Te lo prometo.

-¡No! No quiero meterme en la cama y hacer como si todo estuviera bien. Porque no lo está. Estoy muriendo por dentro. No sé cómo, pero algo de ti se ha quedado dentro de mí y está haciéndome daño, es como una pequeña espina, que cuanto más tiempo pasa, más se me clava… La herida se hace cada minuto más honda, profunda y no para de sangrar. Me desangro desde que huí. Era una cría. Una niña pequeña que no sabía lo que quería y le daba miedo lo que sentía. Por mi cama han pasado demasiadas personas para darme cuenta de que esa herida, que no para de sangrar, me la he hecho yo sola, intentando olvidarte, intentando olvidar que lo que tenía que haber dicho no era un Adiós, sino un Te Quiero. Porque TE QUIERO. Lo gritaría a los cuatro vientos, a los siete mares, a todo el mundo. TE QUIERO. Y no te quiero un poquito, te quiero demasiado, tanto que hace daño. Y sé que tú me quieres o que me quisiste. Quiero recuperar el tiempo perdido contigo. Yo quiero ir de picnic, dormir cuando salga el sol, comer chocolate, pizzas, cruasanes, bailar, mirarte y que me mires, empujarte cuando ocupas todo el sitio en el sofá, ir de compras, lavarme los dientes al mismo tiempo que tú, cotillear lo que lees por encima de tu hombro, hacer el tonto, presentarte a mis amigas, quitarte la manta, cocinar, despertarte, ducharme contigo, ir al mercadillo, cantarte canciones, que me cantes tus canciones, discutir, disfrazarme, mirar a la gente, hacer el amor, estar de morros, reír, buscar una casa con vistas, ver pelis, ir descalza por la playa agarrados de la mano, montar en bicicleta, ver la tele, cantar bajo la lluvia, besarte bajo la lluvia, darte la mano, preguntarte si todavía me quieres, pegar fotos, vivir, volver a empezar de cero…

-Estás borracha, no sabes lo que dices. Si realmente sintieras todo esto estarías aquí, diciéndomelo cara a cara, y no metida entre tus sabanas con una botella de whisky como somnífero. Además, escucho ruido, seguro que no estás en tu casa, sino en algún bar de fiesta y todo esto es una broma de las tuyas, o las de tus amigas. No me hace gracia. Te voy a colgar.

-Sabes, no dirías todo eso si realmente supieras donde estoy. Porque no estoy borracha, ni estoy en mi casa ni de fiesta.

-¿A no? ¿Y dónde estás?

-Debajo de tu ventana, mojándome, no ha parado de llover desde que has cogido el teléfono. Pero no me importa si así me escuchas. Te Quiero. Y estoy aquí. Diciéndotelo a la cara si bajaras a hablar conmigo...Ei. Hola.

-No te muevas.

-Gracias por bajar.

-Dime todo lo que quieras, ahora, que estoy frente a ti.

-He sido estúpida. Te quiero en mi vida. No quiero que mi miedo nos frene. Quiero dormir abrazados y lo que es peor, vestidos. Quiero que lo primero que vea al levantarme sea tu cara, sonriente. Quiero una vida contigo. Sin pausas. Sin prisas. Quiero hacer mil y una cosas. Pero todas contigo. Te prometo que guardaré mi miedo en otro lugar. Te lo juro. Quiero que estés junto a mí. Te Quiero.

-No te acerques.

-Pero… Yo… Yo te quiero…

-No te acerques. Porque como des un paso más pienso agarrarte y no volver a soltarte nunca más. Porque pienso hacer todas esas cosas que me acabas de decir… Porque yo también quiero recuperar el tiempo perdido. Yo quiero ir de picnic, dormir cuando salga el sol, comer chocolate, pizzas, cruasanes, bailar, mirarte y que me mires, empujarte cuando ocupas todo el sitio en el sofá, ir de compras, lavarme los dientes al mismo tiempo que tú, cotillear lo que lees por encima del hombro, hacer el tonto, presentarte a mis amigos, quitarte la manta, cocinar, despertarte, ducharme contigo, ir al mercadillo, cantarte canciones, que me cantes tus canciones, discutir, disfrazarme, mirar a la gente, hacer el amor, estar de morros, reír, buscar una casa con vistas, ver pelis, ir descalzo por la playa agarrados de la mano, montar en bicicleta, ver la tele, cantar bajo la lluvia, besarte bajo la lluvia, darte la mano, preguntarte si todavía me quieres, pegar fotos, vivir, volver a empezar de cero… Porque Te Quiero. Y eso nunca cambiará.

27 de abril de 2011

¿Volverás alguna vez?


Recuerdo ese día en la cama, como presionaba mi oído contra tu pecho, tu corazón latía con fuerza bajo tu cuerpo perfecto. Podría sentir la vibración de tu voz en mi cabeza. Me contaste, que tenias 23 marcas de nacimiento en el estomago, las localicé con la punta de mis dedos, mientras te quejabas de que te hacia cosquillas, es por eso que mi numero favorito es el 23. Hablamos durante mucho tiempo en esa posición, hablamos de la vida, la música, el amor, nuestro amor, tu, yo, nosotros…

Nos dimos cuenta de que el sol se había puesto y decidimos comer algo. Asaltamos el frigorífico, comimos con los dedos en ropa interior en el suelo de la cocina. Cogiste tu guitarra acústica y empezaste a tocar, y yo, con los ojos cerrados, puse cara de tonta. Pero de repente, te detuviste. Levantaste la vista y me sonreíste. Me besaste. Me reí. Soltaste la guitarra para acercarte más a mí y poder abrazarme. Te pregunte que porque te habías puesto tan amoroso de repente. Me respondiste con otro beso y me dijiste: Porque te amo. Yo te amaba demasiado, mucho. Te quiero, susurré. Nos miramos a los ojos durante un tiempo. Sentía como las lagrimas se construían en mis ojos y no era capaz de contenerlas. Me miraste extrañado.

-Nunca has visto llorar, ¿verdad?

-No, y espero no hacerlo nunca.-Respondiste con tu voz grave, serio.

Pero lo hice. Una gota de agua salada acababa de brotar de mi ojo y recorría rápidamente mi cara. Varias más la siguieron y tú, confuso, trataste de borrarlas con tus pulgares y tus besos.

-¿Por qué lloras?- Me preguntaste, acongojado.

-Porque te amo- Siempre odiaré lo desesperada que sonaba.

-No lo entiendo, yo también, ¿entonces por qué llorar?

No sabía cómo decírtelo. Decirte que tú eras el único chico en el mundo que me podría hacerme sentir feliz y triste al mismo tiempo, decirte lo perdida que me sentía cuando no estabas, los celos que sentía cuando tu hablabas de alguien, podría herir a alguien con esa rabia que contenía. Decirte que estaba enamorada de ti y del amor que compartíamos. Lo feliz que era cuando tú apareciste en mi vida y la cambiaste para siempre, a pesar de que alguna vez pasamos por algún momento de mierda. Decirte que cuando me hablabas se estremecía mi cuerpo. Como, cuando me besabas, me olvidaba de respirar. A veces, me sentía como una niña cuando me ponías el pelo por detrás de las orejas, aunque me gusta cómo me quedaba el pelo así . No sabía cómo decirte que no entendía por qué tú me amabas. Por lo que simplemente respondí:

-Te amo.

Y ahora me arrepiento de lo que pasó. De cómo terminó todo. De haber sido una estúpida dejando que "gente" hablara contigo de algo que nunca pasó. De no haber querido solucionarlo nunca. Me duelen todos los días las últimas palabras que me dijiste. Y más me duele saber que quieras olvidar momentos tan mágicos como este, haciendo como que no existo cuando me ves por la calle, porque vives en una pequeña ciudad, aunque yo ahora esté lejos, cada vez que vuelvo, nos vemos aunque no queramos. Porque una vez nos quisimos. Una vez sentí que tú eras lo más grande que había en mi vida. Y posiblemente, si nada de esto hubiese pasado, seguirías siéndolo.

Siempre tendrás una parte reservada de mi corazón por si, alguna vez, quieres volver.

24 de abril de 2011

-¡Felicidades!
-¿Por qué? Hoy no es mi cumpleaños...
-¿No sabes que día es hoy?
-24 de marzo
-Deberías saber porque... Sólo tu tienes la respuesta.

18 de abril de 2011

Recuerdos...

Todo se acaba en un momento determinado. Aunque no nos demos cuenta

Siempre va a ver un final.

Sé que no puedo seguir así, Ya sé que no volverás...Y sé que no te dejaré volver.

Pero existe algo dentro de mí. Algo de ti,

Que aunque no quiera, va a seguir junto a mí,

Siempre.

Porque ahora todo son recuerdos…

Vagos recuerdos que quedan en mi memoria... Que posiblemente estén distorsionados

Porque la memoria es traicionera, recuerdas lo que realmente quieres recordar, fragmentos de lo que realmente sucedió.

Y un día, sin darme cuenta, no habrán recuerdos.

Los habré borrado para almacenar otros

Más o menos felices

Pero ya no habrá nada de ti en mí.

9 de abril de 2011

El mundo.
Cada uno tiene el suyo, especial para cada uno.
Ninguno debería seguir o copiar el de otro,
Crea uno con tu propia esencia
Que se amolde a ti
Y éste, posiblemente, sea mio.

7 de abril de 2011

27 de marzo de 2011

Días en los que debería estar prohibido pensar...


Es una estupidez aferrarse a algo que sólo sigue haciendo daño,
pero también es estúpido
dejar ir todo lo que siempre quisiste.


Dejar a alguien atrás sólo significa que quieres lo mejor para él ...
aunque eso signifique tragar la triste realidad que lo mejor,
ya no eres tú.
Yo puedo hablar con cientos de personas en un día, pero ninguno de ellos se puede comparar con la sonrisa que me puedes dar en un minuto.

23 de marzo de 2011

Déjame Olvidarte.

Me encantaría enterrarte debajo de mil toneladas de hormigón, a mil kilómetros bajo tierra, debajo del Atlántico, cerca del Núcleo de la Tierra...

Deja de sacar la cabeza cada vez que estoy terminando de enterrarte, tengo la sensación de que te estoy enterrando bajo arena, a ras de suelo, y no te cuesta nada salir, y no me das tiempo a que la arena se seque, no termino de enterrarte bien... No sé lo que me pasa.

Déjame olvidarte. Tengo la sensación que tu ya lo hiciste hace tiempo.



21 de marzo de 2011

19 de marzo de 2011

Solo se vive una vez, pero si lo haces bien, una vez es suficiente

¿Quién si nosotros no?
¿Cuándo si no ahora?
¿Dónde si no aquí?



Todo lo que hagas en la vida sera insignificante, pero es muy importante que lo hagas porque nadie más lo hara, como cuando alguien entra en tu vida y una parte de ti dice: "No estas mínimamente preparada para esto", pero la otra parte dice: "Hazlo tuyo para siempre..."

16 de marzo de 2011

Mejores Amigas


Un día sin que te des cuenta, todo será diferente.Nada de lo que pasa hoy pasará mañana.Porque todo cambia, nada permanece de la misma forma en la que lo encontramos. Por eso, no me preocupa tu amistad conmigo, porque cambiará mil y una vez pero siempre seremos amigas. Mejores amigas.