22 de octubre de 2012


Entre los miles de documentos y fotografías que puedo tener acumuladas en mi ordenador, hay varias tuyas.  Pero hay una en especial. Una en la que salimos los dos. No estamos juntos posando. Ni estamos mirándonos y nos han robado ese instante nuestro. Es una foto de un día cualquiera, en algún lugar, no recuerdo el nombre. Un día que no estaba programado, ni estaba en mi recuerdo hasta que he visto la foto. Una foto en la que los dos sonreímos, mirando hacia el mismo punto, y supongo que alguien nos estaría hablando. Una foto que hace que cualquier persona que la vea tenga que sonreír a la fuerza, y más si estaba ese día con nosotros.  Una foto en la que al ver tu sonrisa, cualquier persona sabría por qué yo te perdono cualquier cosa, en la que cualquier persona diría que ese instante es uno de los mejores de tu vida, en la que cualquier persona quisiera estar en tu lugar. Esa sonrisa con la que recuerdo por qué te he querido siempre.