Es como si fueras invisible, pero te acuestas pensando en él, y al levantarte también estás pensando en él. A veces hasta te gustaría ser él solo para saber cómo piensa. A veces solo necesitas escuchar su voz para ser feliz.
Y ahí es cuando te das cuenta, y ese sentimiento puede contigo, y te derrumbas. Pero le quieres, y sabes que eso es lo que importa y que harías cualquier cosa por él, cualquier cosa.
Porque cuando él sonríe, tú sonríes.